La experiencia de Sophie 3º capitulo

La experiencia de Sophie 3º capitulo

capitulo tres



Tras recibir las órdenes de nuestro jefe de sección, el teniente Warlord, marcho en formación de a uno por un sendero estrecho y lleno de hojarasca, que serpentea por entre dos cerros cubiertos de pinos y encinas, los cuales no nos deja ver mas allá de donde alcanzan nuestras armas.


En vanguardia van Bravo y Fernando, que buenos soldados, el jefe Tarkus los expone a las posiciones mas arriesgadas, estos chicos son la caña y seguro que si sobreviven, el jefe les dará su recompensa.
Hace una hora que el comando Delta, con el teniente Tony al mando y el sargento Salvi, se marcharon a realizar una misión de sabotaje cerca de la planta de fabricación de opio, no quisiera estar en su pellejo si el enemigo los localiza, aunque Tarkus sabe que volverán con el trabajo hecho y un buen montón de cadáveres adornando el bosque.
En nuestra posición base han quedado los miembros de la sección de la teniente Isabel, acompañada de Chani, entretenidos en preparar una fiesta de bienvenida a los insurgentes cuando asalten el complejo donde está la chica secuestrada.
Alcanzamos un corte del terreno desde donde se divisa una vaguada copada de chopos y se oye un arroyo que cae en cascada; Bravo levanta la mano y todos nos paramos inmediatamente y al tiempo el teniente Warlord se adelanta hasta su posición para observar el panorama. Las nubes pasan lentas como dormidas espectadoras de la misión que se desarrolla a sus pies.
Al minuto vuelve y nos indica marcha de contacto y abrirse en línea con separación de diez metros, nos movemos en silencio, como alimañas en busca de presa, tomo posición, a mi derecha JB, con su boonie y su mirada de cazador incansable, me sonríe; a mi izquierda Spider, agachado busca algo entre la maleza.
Se da la orden de avanzar, nos arrastramos por el suelo lleno de ramas, hojas y piñas desahuciadas por las ardillas, a cada paso me paro y agudizo el oído, me esfuerzo por ver mas allá del follaje, pero solo hay silencio, árboles, brisa …..
Se rompe la paz con el tableteo de un AK 47 que calculo que está a unos 80 metros, al otro lado del arroyo, se oyen gritos de alerta, ahora nos afanamos por avanzar mas rápido cobijados por el ruido de fondo hasta que, a unos metros del puente el teniente nos anima al asalto; casi vuelo hasta un tronco caído y me tumbo en el suelo, veo como Bravo alcanza el puente y lo cruza a todo galope seguido de cerca por Fernando, ¡Que huevos!, del otro lado del puente recibimos fuego, creo que de un bunker que no llego a ver, respondemos con dureza, estableciéndose un largo tiroteo que cesa de golpe al huir los defensores; por la radio recibo el mensaje del equipo SAA que llega al bunker por su lado sur y hace cuatro prisioneros; el puente es nuestro.
Minutos mas tarde regresa el equipo Delta y nos indican que salgamos pitando hacia las instalaciones; nos desplegamos a la zona de la explanada, todo ha durado unos minutos pero la intensidad con que se vive hace salir de cada uno el mas puro instinto de supervivencia.
Bravo, que está tumbado a unos metros de mi, cubierto tras un viejo carro oxidado me mira y me dice:
- ¡Mira!, me han alcanzado en el brazo y me he dado cuenta ahora, cuando he notado la humedad de la sangre. No sé ni como ha sido.
Veo como Súper López sale de un viejo edificio contiguo y comenzamos un largo intercambio de disparos con guerrilleros que corren hacia todos lados disparando alocadamente hasta que son abatidos. El resto ya lo conoces.



Parece que se va a reanudar la marcha, porque en un completo silencio, todos recogen sus pertenencias y se alinean en una larga fila; Tarkus viene hacia nosotros hablando en voz baja, como dando instrucciones, lo acompañan varios hombres; cuando llega hasta donde me encuentro se para y me sonríe:
- Pareces otra, esta si es la chica de la foto, ¿verdad Truji?
- Hombre, en persona gana mucho, je je. - Le responde Súpertruji.
- Sophie, - Me dice Tarkus - la situación se nos ha complicado un poco, estamos atrapados en un lugar remoto y rodeados de guerrilleros locos por cortarnos el cuello, el equipo de extracción no puede venir a por nosotros hasta que no sea seguro al cien por cien, no podemos dejar ningún hombre atrás porque no podemos poner a ningún gobierno ni organización en un aprieto, si esta operación se diera a conocer se convertiría en un quebradero de cabeza para muchos, así que no nos queda otra que seguir jugando al ratón y al gato hasta poder salir de aquí. Para ello voy a mandar a dos equipos a preparar una fiesta de bienvenida y entretenerlos mientras buscamos un paso seguro hasta Azerbaiyán, donde no sé lo que nos podemos encontrar, no hay nada pactado con ningún gobierno ni, como te he dicho antes, nadie sabe que estamos aquí
Tarkus da instrucciones a varios hombres que parecen ser los responsables:
- Warlord, tu sección se va a encargar de cubrir la retaguardia, dejáis un kilómetro de distancia con nosotros y no los dejéis pasar. Les preparáis alguna sorpresita.
- De acuerdo jefe.
- Orlak, los tuyos os vais a encargar de despejar el camino por delante nuestro, a dos kilómetros de aquí nos separaremos del río hacia la derecha dirección norte-noroeste, de la cuadricula actual, la veintiséis hasta la cuarenta y dos, unos quinientos metros de distancia con nosotros.
- OK jefe.
- Tony, los Delta os desviareis hacia el ESTE hasta unas instalaciones de telecomunicaciones que hay situada en la cuadricula…..aquí está, diecinueve; bien, dependiendo de lo que allí os encontréis, destruirlo todo para dejarlos sin comunicación, pero ojo porque lo mas seguro será que hayan reforzado la vigilancia. Nos encontraremos en la cuadricula cuarenta y cuatro, cota ciento ocho dentro de veintidós horas
- Vale.
- Beckett, quiero con cada una de estas secciones uno de los tuyos.
- Bien, JB irá con Warlord, Spider con los hermanos Dalton, que son buenos amigos, Spekter con los Delta.
- Perfecto, pues todos en marcha.
- Tarkus, ¿estas líneas de aquí hay que subirlas? -Dice Chani señalando un mapa cartográfico.
- Afirmativo, sabes que nos gusta hacerlo siempre por el sitio mas difícil, acuérdate de Yucatán.
- ¡Habrá que joderse!, maldito cortafuegos.
Todos recogen sus equipos y se despiden chocando las manos, unos salen caminando subiendo la ladera, van a adelantarse a nosotros; otros, que parecen los mas jóvenes, suben un terraplén muy inclinado en dirección a la cresta de la montaña. Todo se hace en total silencio, todos vestidos con trajes mimetizados, las caras ocultas bajo pasamontañas o pintura, ramas y musgo entrelazado en el equipo les confieren un aspecto de animal sobrenatural integrado en el paisaje.
Me vuelven a poner el chaleco antibalas y un poncho de red también mimetizado y comenzamos a caminar por el borde del arroyo hasta llegar a un pedregal. Marchamos pisando grandes piedras alejándonos de la bóveda de árboles y del río, subiendo ladera arriba.
Me siento mejor con la ropa nueva, es cómoda, pero la caminata vuelve a ser interminable y además la subida es cada vez mas dura. En varias ocasiones nos paramos, veo que levantan una mano con el puño cerrado como una señal de atención y se pasan la señal a lo largo de toda la fila, hasta que nos llega otra señal, esta con la mano abierta, para que sigamos andando. El aroma de las flores es intenso y se mezcla con el de varias plantas aromáticas que reconozco, como el romero y el tomillo. El paisaje es muy parecido al mediterráneo, matorrales formando isletas sueltas y acebuches y encinas aisladas con abundancia de insectos revoloteando por todos lados y animado por el canto de pajarillos que se posan inquietos en las ramas.
La tarde cae despacio al otro lado del risco que debemos alcanzar y comienza a cambiar el aire tibio por uno mas fresco y cortante. A lo lejos se ve el mar, alguien me dice que se trata del mar Caspio. Oh Dios, tan lejos de mi casa, en un apartado rincón que no sabría encontrar en un mapa, tan irreal y tan cierto como los arañazos que me hacen los arbustos en las manos al serpentear entre ellos. No quiero olvidar, quiero recordarlo todo para poder contarlo, todo tan intenso, tan duro, tan claro……no, no quiero olvidar.
Paramos a descansar en un hueco de las rocas con forma de cornisa y aprovecho para comer unas barritas que me da mi escolta Isabel, (que no se ha separado de mi ni un momento desde que me liberaron) que también me pasa una botella de agua y me doy cuenta que las lleva solo para mi, ya que ella bebe de su cantimplora; me es tan extraño que le pregunto:
- Isabel, ¿Por qué a mi me das las botellas y tu no las bebes?
- Son para ti, yo bebo de la que recogí del arroyo.
- Pero, a mi me da igual, puedo beber la del arroyo también.
- No, deja deja, que cualquiera sabe el agua de donde viene.
- Pues por eso, bebe de aquí.
- No, esa es para ti, yo estoy vacunada y acostumbrada. Tenemos que sacarte en las mejores condiciones que podamos y esto aún no ha terminado.
De entre la maleza sale un hombre cubierto de ramas y supongo que es del equipo porque nadie se altera. Se acerca a Tarkus y le dice:
- A unos doscientos metros hemos encontrado una cueva escondida entre la maleza y nos puede servir para pasar la noche, es fácil de defender y de evacuar.
- Bien, faltan una media hora de luz, lo mejor es prepararse para pasar la noche. Buen trabajo Poseidón, estableced un perímetro de seguridad, voy contigo para inspeccionarlo. Súper López, comunica a Warlord la posición de la cueva y que pongan algunas trampas para que nos avisen si se aproxima alguien.
- De acuerdo. - Dice Súper López.
- Bueno Isabel, voy a ver donde está ese sitio y si vale la pena pasaremos la noche allí, esperad aquí y descansad un poco, ahora vuelvo.
Tarkus se marcha con varios hombres mas. Junto a mi ayudan a sentarse a Doble J, que tiene una pierna vendada y entablillada. Su aspecto es mas de enfado que de dolor y me dice:
- Vaya viajecito, yo jodido y el terreno mas complicado cada vez, desde luego no hay una misión en que todo me salga bien.
- La próxima te mandamos a las islas Hawai, tu solo a rescatar un cubata fresquito de la barra de un chiringuito, ja ja ja. – Le responde Chani.
- Pues mira, no estaría mal la idea; métete conmigo todo lo que quieras, pero sabes que al final siempre necesitáis mi ayuda, si no fuese así no pertenecería a esta unidad y siempre que pueda y no esté convaleciente de alguna herida de guerra, la unidad podrá contar conmigo.
- Aunque sea para llevar la bandera.
- Y dale con las bromitas, muy orgulloso estoy de ser el porta-estandarte, ¡es todo un honor! Pedazo de mamón que eres……
- ¿Ya estáis liados otra vez?; ya vale, dejadlo para otra ocasión y en marcha - Les recrimina Súpertruji.
Nos volvemos a poner en camino por un borde estrecho de la pared del escarpado risco. Ayudan a Doble J a sortear los obstáculos que se nos presentan, apoyado en uno de sus compañeros me hace señas indicándome que mas tarde hablará conmigo. Mas adelante encontramos un gran escalón que bajamos con dificultad para adentrarnos en un profundo corte vertical, producido por un cataclismo hace mucho tiempo, cubierto totalmente de vegetación por entre la cual caminamos encorvados hasta llegar al vértice del tajo en la roca, donde hay una abertura en forma de triangulo. Por allí van entrando uno a uno los componentes del equipo.
La profundidad del corte rocoso y la espesa vegetación hacen que apenas haya luz para ver muchos mas detalles. Grandes raíces se apoderan del suelo y las paredes, como largas patas de un pulpo gigantesco, mezcladas entre hojas de enredaderas que forman tirabuzones interminables.
En el suelo han tirado unas barritas que dan una luz amarilla y que nos ayuda a cruzar entre aquella maraña hasta alcanzar una sala amplia en desnivel y de techo bajo que obliga en algunos sitios a mantenerse agachados.
Al fondo, se termina el desnivel y el techo se alza hasta unos cuatro metros, lo que nos permite disfrutar de mas espacio.
Alguien enciende una linterna con una potente luz que inunda toda aquella sala. El suelo de piedra está algo húmedo, pero la temperatura dentro de aquellas entrañas de roca no es tan baja como en el exterior y te permite desprenderte de la ropa mas gruesa.
Todos se van colocando junto a las paredes irregulares, despojándose del equipo y sentándose en el suelo. Isabel coloca una manta térmica sobre una gran lasca de piedra que nos sirve de asiento. Llega Tarkus y se mantiene en pié en el centro del grupo observando como se acomodan el resto y dice:
- Kiko, ¿Qué nos vas a preparar para cenar?
- Voy a salir ahora al súper de la esquina a por unas cervezas fresquitas y encargaré al Telepizza algunas cosillas. - Todos ríen - Voy a buscar haber que queda en las mochilas.
Tarkus se acerca y se sienta sobre una piedra que hay frente a mi y me dice:
- Bueno, haber que nos prepara el chef de la compañía, ja ja. Repartiremos lo que nos queda entre todos y seguro que los que están fuera traen algo.
Supertruji llega y se sienta junto a Isabel:
- Ya está montado el perímetro de seguridad ahí fuera y organizadas las guardias.
- Vale Truji, ahora vamos a descansar un poco y estudiar como pasamos la frontera y salimos de aquí.
Aparece Súper López con Chani y se sientan con nosotros.
- Warlord está a un kilómetro de aquí, ha sembrado el camino de trampas que nos avisarán si alguien se mueve ahí fuera. Orlak y los suyos están camino de la frontera para ver que hay, volverán dentro de un rato. De los Delta de Tony no sé nada, no contestan por emisora.
- Démosle mas tiempo a Tony, sabes que no le gusta usar la radio para no distraerse.
Me da la sensación de que están preocupados, todos se afanan en recomponer alguna parte de su equipo o de despojarse de él; taciturnos, todos guardan silencio, como concentrados en su labor, pero creo que algo les pesa, algo no va bien.

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