Miércoles 30 de abril de 1980. 1132 horas.

Seis terroristas armados entran en la embajada iraní de Londres, situada en el número 16 de la calle Princess Gate. Inmovilizan al oficial de polícia Trevor Lock, miembro del Grupo de Protección Diplomática de Scotland Yard. De manera disimulada, el oficial activa la alarma mediante la radio que lleva oculta en la solapa de la chaqueta, alertando al escuadrón antiterrorista C13 de la Policía Metropolitana. Los terroristas, que se identifican como miembros del Movimiento Democrático Revolucionario para la Liberación de Arabistan (DRMLA) retienen a 26 personas como rehenes, que incluyen a dos periodistas de la BBC. Sus peticiones son "Uno: reclamamos nuestros derechos humanos y legítimos. Dos: pedimos la libertad, autonomía y reconocimiento de los habitantes del Khuzistán. Tres: exigimos la libertad de 91 presos árabes en Arabistán". Los terroristas dieron de plazo hasta la medianoche del 1 de mayo para ver cumplidas sus peticiones. Si no se cumplían, volarían la embajada con explosivos.



Las autoridades despliegan inmediatamente el escuadrón C13, los especialistas de inteligencia electrónica C7 y un equipo de francotiradores. Rápidamente, gracias al dispositivo de vigilancia proporcionado por el C7, se determinó que los terroristas disponían de dos subfusiles M2 de 9mm, varias pistolas Browning, al menos un revolver del .38, y varias granadas de fabricación rusa. El líder se identificó como Oan, y el resto como Hassan, Faisal, Makki, Shai y Ali.




Paralelamente, un antiguo miembro del escuadrón D del 22º regimiento del SAS, Dusty Gray, que trabaja como cuidador canino en el cuartel de polícia se entera de la situación al estar precisamente en ese momento enfrente de la embajada. Llama inmediatamente a su antiguo escuadrón. La llamada, totalmente informal, pone en alerta al equipo de Proyectos Especiales del Ala de Operaciones Contra Revolucionarias (CRW) del SAS. A partir de ese momento, el SAS comienza a preparar un plan de asalto en caso de ser necesaria su presencia. Los miembros del equipo Pagoda, escuadrón B, que estaban practicando maniobras de combate cerrado fueron los escogidos para ir inmediatamente a los barracones en Regents Park, sin contar siquiera con autorización oficial. Dos miembros en ropa de paisano reconocieron la zona de la embajada durante los dos primeros días, hecho que la policía negó varias veces inicialmente, pero que luego se comprobó como cierto. Adicionalmente a las tareas de vigilancia e inspección, el equipo SAS coloca cuerdas en el tejado de la embajada para una eventual intervención.




1 de mayo

El plan inicial del SAS se ve influenciado por las primeras informaciones recogidas. Las puertas y ventanas delanteras de la embajada están blindadas, lo que imposibilita una entrada con arietes. El técnico de la BBC, Chris Cramer, es liberado y proporciona información vital al equipo SAS. Los terroristas son conscientes de la posibilidad de un asalto desde el tejado, por lo que bloquean el piso superior y una claraboya con muebles.

La embajada es un edificio victoriano de estilo italiano, de cinco plantas, con 50 habitaciones en disposición laberíntica. Especialistas del SAS fabrican una maqueta para estudiar la disposición interior, mientras el grupo de explosivos confeccionan tiras explosivas para volar los marcos de las ventanas y puertas. Mediante la vigilancia del C7, se determina que los terroristas ocupan tres plantas. Los rehenes están situados en dos habitaciones de la segunda planta: la habitación Nueve, criptografía, alberga a los cuatro rehenes femeninos, mientras que la habitación Diez, comunicaciones Télex, alberga a los rehenes masculinos. Se determina el tipo de asalto que se usará: cinco equipos de dos hombres cada uno. Tres asaltarán desde el tejado por la parte trasera, para acceder por la planta baja y el primer piso; uno desde el balcón delantero del edificio en el primer piso; otro apoyará desde el interior, atravesando un débil muro que separa la embajada iraní de la embajada de Etiopía en el primer piso. Cada equipo dispondrá de las cargas explosivas fabricadas ex-profeso, subfusiles HK MP5, pistolas browning de 9mm, y máscaras antigás. El aspecto de los asaltantes fue cuidadosamente diseñado para causar un efecto psicológico de miedo gracias a las máscaras S10 y las granadas paralizantes flash-bangs, hechas de magnesio, que causan una explosión aturdidora, junto con una luz cegadora.

5 de mayo. 1923 horas.

La Policía contacta por teléfono con Oan para determinar su posición.

Comienza el descenso de los equipos situados en la parte trasera del edificio. El primer binomio llega a tierra sin contratiempos y comienza a poner la carga explosiva en el marco de la ventana, pero uno de los miembros del segundo binomio toca una ventana del tercer piso, rompiéndola con el pie, lo que alerta a Oan, que se dirige a investigar el ruido. Descubre a un SAS a punto de entrar por la ventana. Cuando está a punto de disparar al soldado, es placado por Trevor Lock. El terrorista forcejea con el policía, hasta que el soldado entra en la habitación, grita a Trevor que suelte a Oan. Cuando Oan apunta al policía para dispararle, es abatido por el SAS. Mientras tanto, uno de los soldados que descienden se enreda con su cuerda, que había alargado usando una cuerda comercial de mala calidad comprada en Londres el primer día. Queda colgado a la altura del primer piso, y sus compañeros deciden no activar la carga explosiva para no herirle. En su lugar, utilizan arietes para abrir la ventana y lanzar granadas aturdidoras dentro del edificio. El hombre atrapado entra por el jardín trasero cuando sus compañeros cortan la cuerda desde el ático.



A las 19:26, dos miembros del equipo Pagoda activan una carga explosiva controlada, situada en el marco de una ventana en el balcón del primer piso. Diez segundos después, la explosión vuela la ventana. Se lanzan cargas de gas lacrimógeno por la ventana abierta y se corta la luz al edificio, para intentar crear el mayor caos posible .

Nada más entrar en el edificio por el primer piso los soldados no encuentran a nadie, lo que hace que se dirijan directamente a la habitación Diez.

Los soldados que entran por la planta baja pasan por la biblioteca, encontrándose con un terrorista a los pies de la escalera. Lo abaten y comprueban que el resto de la planta baja está limpia.

Los tres terroristas de la habitación Diez comienzan a disparar a los rehenes, matando a uno e hiriendo a otros dos. Al escuchar a los soldados del SAS acercarse, tiran las armas, y gritan su rendición. Los soldados abren la puerta, identifican a los terroristas y les disparan hasta abatirlos. Comienza la evacuación de rehenes. Se descubre que uno de ellos es en realidad un terrorista armado con una granada de fragmentación. Debido a que está rodeado de rehenes, un SAS le golpea en la nuca con el MP5, tirándolo por las escaleras. Al llegar abajo, dos SAS vacían sus cargadores de 30 balas sobre él.

El terrorista que custodia a las rehenes femeninas, Ali, tira el arma e intenta esconderse entre ellas. La llegada del equipo SAS hace que muestre resistencia, pero es registrado, y al no encontrársele armas, es detenido. Será el único terrorista que sobreviva al asalto del SAS.

Todos los rehenes son esposados a la salida de la embajada hasta verificar que no son terroristas.

A las 2015 la operación se da por concluida. Un rehén ha muerto durante el asalto del SAS, mientras que uno de los seis terroristas ha sobrevivido. Los miembros del SAS se marchan en furgonetas alquiladas.



fuentes
foro fuerzas especiales
Airsoft barcelona

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